Un día 10 plagado de actos se iniciaba en el Paseo de la Estación, donde ilicitanos y turistas pudieron disfrutar y saborerar la paella y el arroz con costra gigantes, con el reparto de raciones para miles de personas. Además, la Gestora celebró su Concurso de Arroz y Costra, que se llevó Paseo Germanías.
Por la tarde, las voces infantiles de la Escolanía suepraron el último ensayo previo a las representaciones del Misteri desde las alturas de una basílica de Santa María que se llenó para ver los aparatos aéreos de la Festa.
Centenares de niños participaron también en el Desfile Infantil que protagonizan las diferentes comparsas de Moros y Cristianos, quienes desde Alfonso XII a Santa María desfilan con esas filás de nenes tan orgullosos de desfilar. A su llegada, ya se escuchaba el estruendo del alardo por Vicente Blasco Ibáñez, que iba a ser la antesala de unas embajadas que terminaron pasadas por agua y no se pudo representar la embajada cristiana.
Noticia y fotografías extraídas del diario Información |